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Flautas con ranura de Leonardo da Vinci y del México Antiguo

Flautas con ranura de Leonardo da Vinci y del México Antiguo

Foto de una copia del dibujo de dos flautas glissando de Leonardo da Vinci, del Códice Atlántico. 
La foto fue tomada en una Sala de la exposición “Leonardo da Vinci y la Música” del Antiguo Colegio de San Idelfonso. Leonardo dibujó muchos instrumentos musicales muy especiales, y algunas de sus replicas construidas por lutiers fueron presentados en México en 2006, en el edificio del Antiguo Colegio de San Idelfonso y en un libro de la exhibición sobre “Leonardo da Vinci y la Música”.

Pocos saben que entre los dibujos de leonardo se incluyeron dos extraordinarias flautas con ranura (Fig. 10), en lugar de los obturadores tonales circulares usuales, muchos no reconocen su valor singular. Por ejemplo, en las notas como una de La Jornada y en un dossier de la exhibición, ni siquiera se incluyen las flautas glissando de Leonardo, posiblemente por considerarlas como instrumentos menores.
Menos se sabe que ese tipo de flauta fue creada, construida y usada mucho antes en nuestro territorio por un maestro desconocido del del México Antiguo, como se comenta en el escrito de 2006 sobre Flautas con ranura de Leonardo da Vinci y del México Antiguo.

Esas extraordinarias flautas con ranura mexicanas existieron varios siglos antes del dibujo de Leonardo da Vinci y no se sabe si fueron construidas por él, pero no se han incorporado a la música occidental o a ninguna otra conocida.Pueden generar sonidos con su frecuencias fundamental F0 o tónica de altura variable y continua, como los de los pájaros.
Sus sonidos son similares a los de otros extraordinarios resonadores globulares labiales que también existieron en el México Antiguo, pero tampoco son muy conocidos, ni siquiera por los especialistas de la música y la arqueología y no se han encontrado interesados institucionales en su estudio y difusión, con mayor profundidad y amplitud, aunque son únicos en el mundo.

Eso mismo también fue comentado en general, al responder una pregunta de Jorge Santa Cruz sobre una entrevista de Tula o Teotihuacán, posible origen de la “música culta”, de mayo de 2013:
Sabemos que el genio del Renacimiento, Leonardo da Vinci, diseñó unas flautas, pero que, sorprendentemente, esos instrumentos musicales ya eran conocidos por las culturas originarias desde mucho tiempo antes… ¿Estamos en lo correcto?
– Es correcto. Leonardo da Vinci dibujó dos flautas glissando [2] con ranura, en el Códice Atlántico [3], para producir sonidos con una frecuencia fundamental que varía en forma continua, como los de los pájaros. No se sabe si esas flautas se construyeron y usaron. Lo que sí se sabe es que no se incorporaron a la música de concierto o la llamada culta, ni de ningún otro género. Las flautas conocidas producen sonidos musicales de altura o tónica constante, como los que se representan en un pentagrama normal. En un libro [4] se incluye un dibujo de una flauta similar con ranura del Occidente de México (Fig. 2), aunque no se sabe el lugar de su resguardo actual. Seguramente se construyó siglos antes del dibujo de Leonardo. Se han estudiado otros resonadores mexicanos muy antiguos que producen sonidos similares, y que tienen forma de pájaros como el maya de Rancho Ina, Quintana Roo [5]

Otros resonadores mexicanos de arcilla que producen sonidos similares, obturandose con los labios, se dieron a conocer en el escrito sobre Aerófonos de Ranas Querétaro [6]. El extraordinario diseño de los silbatos labiales y otros que producen sonidos parecidos, como algunos globulares transversos, ya fueron aprovechados hasta para recrear extraordinarias joyas sonoras en metales preciosos, como se muestra en el escrito sobre Experimentos sobre resonadores de metales preciosos fundidos a la cera perdida. Recreación de joyas cantadoras antiguas y de la metalurgia sonora mexicana [7]. Los diseños sonoros de los pequeños resonadores rescatados de las más altas montañas mexicanas, como los Silbatitos del Cerro Tláloc, son ideales para recrear modelos en metales preciosos [8]. Por desgracia, no se han encontrado interesados institucionales en investigar, recuperar, difundir y desarrollar esa extraordinaria y singular rama productiva-tecnológica y de arte sonoro mexicano [9],  que fue matada y olvidada desde hace cinco siglos.

Es increible que las tecnologías mexicanas, antiguas o actuales, ya no se incluyan los programas educativos ni en el texto de ningún documento rector nacional, ya que sin tecnologías propias no puede haber mayor desarrollo de la nación.
Las mayores esperanzas de desarrollo se centran en el uso de la tecnología importada. Han preferido fomentar la maquila, el armado y la manufactura de diseños venidos de fuera con muchas partes de valor importadas, en lugar de aprovechar, industrializar y comercializar diseños mexicanos exclusivos de alto valor agregado con insumos nacionales, que permitan lograr un mejor desarrollo nacional y de la población. Los apologistas y publicistas de los programas instrumentados pregonan que las exportaciones nacionales recientes han crecido, lo que es cierto, pero no informan que las importaciones se han incrementado más. Desde 2006, el saldo anual de la balanza comercial de mercancías de México, es negativo, según las estimaciones del INEGI [10]. Tampoco se difunde mucho que la mayor parte de las ganacias son para muy pocos nacionales y extranjeros.
Sobre la rama sonora que fue prohibida y olvidada, desde la invasión y la colonización, casi todos los instrumentos musicales profesionales y mucha de su música de mayor valor o calidad, han sido importados o adaptados como algunos de cuerda, incluyendo guitarras y violines, que se usan principalmente en varias comunidades rurales y en algunas orquestas y grupos musicales urbanos.

Con la excepción de algunos artefactos rítmicos como sonajas, frotadores y tenabaris y pocos resonadores tubulares de carrizo, los instrumentos musicales y los artefactos sonoros originarios del México Antiguo, ya no se utilizan y muchos de los cientos de miles arqueológicos rescatados, ni siquiera han sido estudiados con profundidad y difundidos con amplitud, aunque algunos son tesoros sonoros extraordinarios y exclusivos en el mundo, como es el caso de la singular flauta con ranura y los resonadores labiales especiales comentados brevemente.
Esperemos que en el futuro las extraordinarias y milenarias creaciones o recereaciones sonoras mexicanas, al menos, se incluyan entre las exposiciones o en un museo del mejor arte universal, ya que en un país colonizado y neocolonizado es muy difícil revivir lo milenario que fue matado y olvidado, aunque sea de gran valor y singularidad en la historia, como la flauta con ranura y los silbatos labiales y muchos otros muy poco conocidos.