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Gregorio Cortés Ah Pax Chul

Gregorio Cortés Ah Pax Chul

Escuela y taller del barro cantador de México, de Mario y Gregorio Cortés, en Texcoco Estado de México. Mentores y colaboradores del investigador e ingeniero Roberto Cabrera. Importante colaborador de danzas mexicanas y autoridad en aerófonos mexicanos. Durante la entrevista recordando a Don Roberto, Gregorio con un gesto de cariño nos comento. “No lo podíamos sacar de aquí!”  pues ingeniero consideraba a la familia Cortéz indispensables en su metodo de investigación. En sus propias palabras “él y Mario son los mejores constructores del barro cantador” nos mencionó Don Roberto en un correo electronico cuando nos recomendó hacer una entrevista con Gregorio.

Gregorio Cortés es Ah Pax Chul, investigador, constructor y ejecutante de instrumentos musicales de origen prehispánico. Su nombre lo toma del maya y significa constructor y ejecutante de flautas. Gregorio es heredero de una tradición alfarera en el pueblo donde nació. En la década de los setentas su padre Mario Cortés Bacilio, y el músico Jorge Dajer colaboran para dar inicio a la reconstrucción e investigación de algunos artefactos sonoros del México prehispánico. Gracias al vínculo multidisciplinario, que el maestro Cortés ha logrado en la investigación  instrumentos precortesianos, éstos han pasado de ser considerados  artesanía a objetos de estudio en la investigación musical antropológica mexicana. Esta labor no resulto fácil ya que los avances arqueológicos en México sobre aerófonos es muy poco estudiada.

Gregorio Cortéz en su taller. (foto cortesía Ah Pax Chul)

La búsqueda y gestión de este tipo de artefactos antiguos se convierte en un proyecto que se vuelve su carrera. En familia se dan a la tarea de ubicar y estudiar cualquier instrumento musical prehispánico, ya fuese en colecciones privadas, o exhibiciones en museos los cuales tienen un difícil acceso.  De este modo, ponen atención especial en aquellos artefactos encontrados por personas quienes por suerte los han hallado en sus campos de labranza y los conservan como reliquias familiares. Comúnmente el desconocimiento de su función es una característica de los descubridores que conservan el instrumento.

El carácter multidisciplinario de la investigación permite obtener un concepto más amplio acerca de papel social de la música en la época. Esta es una nueva propuesta de aproximación y entendimiento del objeto como un mapa histórico. El desarrollo de esta investigación hasta el momento comprende más de 300 piezas, las cuales siguen un riguroso método científico. Entre estos pasos, la reproducción en barro con las mismas técnicas de manufactura de la época prehispánica es vital. Entre los instrumentos que se reproducen, se encuentran los vasos silbadores. Estos singulares modelos funcionan al verter agua en su interior y balancearlos de un lado a otro, el cambio de la presión del agua produce variedades de sonidos. De estos vasos se han encontrado doce modelos diferentes y se les considera una familia atípica debido a su funcionamiento. Se cree que su área de difusión fue en la zona de Oaxaca principalmente.

Los objetivos del estudio Ah Pax Chul principalmente es dar continuidad y conservar el acervo cultural musical de nuestros ancestros. La herencia de las grandes civilizaciones que conformaron el México prehispánico, poseían un conocimiento de observación que se fue perdiendo en la historia.  Las distintas técnicas de elaboración de los instrumentos musicales mesoamericanos nos indican que los antiguos no solo buscaban crear sonidos a través de la imitación de su entorno.  La evolución de estos es clara cuando encontramos instrumentos con la capacidad de polifonías y armonías. Si bien no se conoce ninguna partitura, escala tonal o registro de cómo pudo ejecutarse esta música, la gran variedad de familias de instrumentos musicales encontradas, nos provee de elementos suficientes para imaginar que el uso de estos.  El diseño de los instrumentos no se limitaban sólo a la ejecución de sonidos aislados, Es evidencia que existían las condiciones técnicas y culturales para crear armonía y buscar un desarrollo de la música, a través de la obtención de sonidos complejos y ensambles para interpretaciones individuales o grupo como pudieron ser las flautas de embolo o ranas de Yaxchilan. Cada una de las piezas que se elaboro es única ya que la manufactura no se realiza en serie y se cuida cada detalle para que la ejecución del instrumento produzca sonidos con la calidad musical de las piezas originales.

El trabajo de Ah Pax Chul se ha dado a conocer en diversas invitaciones a conferencias en UNAM, IPN, UAEM, UACH y entrevistas que pueden ser encontradas en publicaciones como  La Jornada, El Universal, Canal 22, TV Mexiquense, Canal 13, Radio Educación, entre otros.
En 2010, se realizaron conferencias en diversas ciudades de Europa. Varios de los instrumentos realizados por el maestro Cortés se encuentran exhibidos en el Museo de la Música Étnica en Murcia, España; el cual es el museo que alberga la mayor colección de instrumentos musicales étnicos del mundo, fundado por el investigador Carlos Blanco Fadol, con quien se ha trabajado conjuntamente en algunos aspectos de la investigación.

Los instrumentos reproducidos por Ah Pax Chul se han utilizado en múltiples grabaciones prefesionales, en México y en el extranjero y han sido ejecutados por músicos contemporaneos conocidos como: Jorge Reyes, Antonio Zepeda, Los Folkloristas, Luis Márquez, Mez’me, Gonzalo Ceja, Huazzteco, Zazhil, Humberto Álvarez, el flautista mexicano Abraham Elías y el reconocido flautista francés Pierre Hamon entre otros. Ah Pax Chul ha participado conjuntamente con programas de investigación musical en las universidades de Minnesota, EUA y exposiciones en Gante, Bélgica. El trabajo de difusión más importante y enriquecedor se ha llevado a cabo en comunidades indígenas, en donde se ha obtenido por retroalimentación importante información acerca del sentido y papel histórico que la música jugó en la vida cultural y social de los pueblos prehispánicos.